OTRA OPORTUNIDAD

22.05.2023

Otra oportunidad

Por: Jimena

Ilustración: Leticia Espinoza

Eran las cinco de la tarde cuando Jimena decidió marcarle por última vez a Santiago, ella se tenía que ir a trabajar y estaba preocupada porque él no llegaba, por fin le contestó, la insultó y le dijo que en la noche cuando él llegara "no se le iba a acabar", que lo que le había hecho en días anteriores no era nada comparado con lo que le haría, que nadie la salvaría de la golpiza que se había ganado por molestarlo, ese día Jimena decidió huir.

Era madre soltera, tenía dos hijas, era una mujer delgada, alegre y muy cariñosa, solo estudió hasta la secundaria porque decidió vivir en unión libre desde los quince años, pero después de cinco años se separó del padre de sus hijas. Quería salir adelante por ella misma, hasta que conoció a Santiago, un hombre diez años mayor que ella, él era delgado, moreno, de ojos claros, muy chiquitos y mirada encantadora. La conquistó con su caballerosidad y sus atenciones.

Parecía el hombre prefecto, Jimena se convenció de darse una oportunidad con él a pesar de que su primera relación había fallado. Pensó que se merecía ser feliz, decidió dejarse querer, así fue, después de seis meses de noviazgo los dos decidieron vivir juntos.

Santiago y Jimena se fueron a vivir a otra ciudad, ella tuvo que cambiar de escuela a sus hijas y en su nuevo hogar, se dedicó a cuidar a sus hijas, y a Santiago. El cariño de la pareja era mutuo, solo que Santiago tenía un defecto: era muy celoso.

Con el paso del tiempo empezó a quitarle las amistades a Jimena, poco a poco la fue apartando de las personas, hasta de sus familiares, le cambió su forma de vestir, su forma de ser… su esencia. Ella no era la misma de antes, tampoco Santiago, él se había vuelto más agresivo y muy controlador.


***

A los dos meses de vivir juntos Jimena quedó embarazada de Santiago, ella no sabía que esperaba un hijo porque nunca sintió ningún síntoma, después de los seis meses, ella decidió hacerse una prueba de embarazo y efectivamente le salió positiva. No sabía si alegrase o llorar por cómo era Santiago con ella, pero no le quedó de otra más que alegrarse porque sabía que su bebé no tenía la culpa del comportamiento de su papá.

Con la noticia Santiago se puso muy contento, cambió su comportamiento con Jimena se volvió un poco más cariñoso, pero eso solo fue al principio de la noticia, después el volvió a ser el mismo de antes y hasta peor. El empezó a golpear a Jimena estando embarazada, no le importaba si ella estaba esperando un hijo de él.

Jimena, lloraba mucho pues ella no entendía por qué él era así y le preguntaba: ¿acaso ya no me quieres? ¿ya no sientes nada por mí? ¿no te importa tu hijo? Así fueron pasando los meses hasta que se acercaba el momento de que Jimena diera a luz a su bebé.

Santiago decidido ir a dejar a Jimena con su familia para que ellos estuvieran al pendiente de ella, estuvieron unos cuantos días juntos. Celebraron Navidad, Año Nuevo hasta que llegó el día en que Santiago tenía que volver por el trabajo.

Era el 6 de enero cuando Jimena se le acercó a Santiago y le dijo que por favor no se fuera, porque ella ya sentía que pronto iba a dar a luz, a él no le importo y aun así el decidió marcharse, Jimena tan triste y desolada lloró como una chiquilla, en ese momento se sintió tan impotente y entendió que a Santiago no le importaba en lo absoluto.

El 12 de enero dio a luz, estaba contenta por tener a su bebé, pero también se sentía sola. A la distancia las cosas empezaron mejorar, él era muy amoroso, hasta que regresó y se la llevó pese a que la familia de Jimena no estaba de acuerdo, ella lo ambas y acepto irse.

De nuevo, volvieron los insultos y humillaciones hasta golpes a un con mayor frecuencia, Jimena empezó a trabajar en un centro comercial como vendedora de piso, para ayudar en los gastos de la casa, pero después de un mes de trabajar el carácter de Santiago empeoró. Le inventó amantes y por las tardes al llegar Jimena del trabajo la golpeaba.

Por sus celos enfermizos ella ya no estaba dispuesta aguantar más, un día que Santiago la estaba golpeando ella lo confrontó y le dijo que estaba decidida a irse porque ya no quería esa vida de golpes y humillaciones. Santiago se les vino encima a los golpes con mayor intensidad, él le respondió que ella no se iría tan fácilmente y menos porque ya tenían una hija juntos.

Santiago se fue a trabajar como guardia de seguridad en una empresa, se despidió de Jimena muy contento diciéndole que la amaba, aunque un día antes en la había golpeado.

Jimena se puso hacer sus cosas como siempre, hasta que terminó y le mandó un mensaje a Santiago al ver que él no le respondía ella se preocupó y le marcó en ese momento, el muy enojado le respondió. Antes de irse a trabajar Jimena le volvió a marcar, para avisarle que ya se iba, Santiago la amenazó y le dijo que ya nadie la salvaría de la golpiza que le daría.


***

Así fue como ella decidió salirse de su casa antes de que el llegara, pensó muy claramente que no quería esa vida para sus hijas, ya no regresó a trabajar y entre sus hijas y ella se pusieron hacer maletas, cargó sus papeles importantes, puso leche y pañales para sus bebés.

Acudió con una caseta de policía ubicada en una de las colonias por donde pasó y les explicó lo que le sucedía, ellos la llevaron a denunciar, era la primera vez que se atrevía a salir de casa y denunciarlo, fue al Centro de Justicia y Empoderamiento para la Mujer y aunque tenía miedo y nervios, se sentía segura porque ya nunca más estaría dispuesta soportar un golpe.

En la dependencia le ofrecieron la ayuda para canalizarla y llevarla al refugio de la Fundación Luz y Esperanza en donde podían ayudarla a estar a salvo junto con sus hijas, con la denuncia Santiago fue notificado y ya no se debe acercar a Jimena.

A lo largo de tres meses, y acompañada de mujeres que como ella han sufrido violencia, Jimena aprendió a valorarse, a quererse y no permitir que la que nadie la violente, añora vivir en un ambiente de paz y tranquilidad dejando atrás la tristeza y el rencor, poniendo todo en las en las manos de Dios y trabajando para ser feliz con sus hijas, busca otra oportunidad.


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